29/8/08

La muerte un nuevo amanecer

Escribo esta reflexión acerca de la muerte, no desde la óptica del fin de cosas, sino desde la perspectiva de la transformación díaria en el amor, que nos conduzca al gozo eterno.

He tomado como base para este tema, el libro “REGRESO DEL FUTURO” escrito por el siquiatra George G. Ritchie, MD., donde narra su experiencia con el mas allá, después de haber sido declarado muerto. El Doctor Ritchie nació y se crió en Richmond. Esto sucede en Diciembre de 1943 en el campo de Barkeley, Texas en desarrollo de la segunda guerra mundial.

El doctor Ritchie le narra su experiencia a Fred Owen paciente enfermo de cáncer, quién expresa, que le parece una pérdida de tiempo buscar todas las causas de su infortunio, ahora que solo le queda muy pocos días de vida, a lo que le responde el doctor Ritchie “Todo lo contrario, todas estas cosas tienen ahora mayor valor y urgencia que nunca antes la han tenido, estoy hablando del futuro que no tiene fin ni medida, también a mi los médicos me desahuciaron, me declararon muerto, cubrieron mi cuerpo con una sábana y me dejaron así. El hecho es que pasados diez minutos, mas o menos retorné a la vida. Lo que experimenté en el reino de la vida futura cambió mi vida. Desde aquellos días, no he considerado nada en mi vida sin pensar en el propósito que Dios tiene para mí. Ningún contacto con otra persona ha dejado de ser importante para mí. Cada minuto de cada día, desde entonces, ha sido completamente diferente al que había vivido antes. Lo importante es amar. Por eso, estoy convencido de que el futuro del mundo depende, en gran manera, de cómo hayamos sabido amar a los demás, aquí y ahora” a continuación le cuenta a Fred detalle a detalle lo sucedido.

Después de una temporada de mucho polvo y frío cae enfermo, una noche sufre una fiebre alta y una tos muy fuerte, hasta el punto de perder el conocimiento, es llevado a la morgue y declarado muerto. Se ve acostado pero no se reconoce, emprende un viaje a Richmond donde pasaría la navidad; en este trayecto se encuentra con dos personas para los que él no era visible, lo que lo hace concluir que ha perdido la materialidad; esta reflexión lo hace regresar al campamento a buscar su cuerpo. Después de recorrer todo el campamento reconoce su cuerpo demasiado blanco y lo relaciona con el primer muerto que él había observado. En este momento piensa que ese es él y que está muerto. Se preguntaba “¿Cómo podía estar muerto al mismo tiempo despierto?”.

La luz de la habitación donde yacía empezó a cambiar, se volvía cada vez mas brillante, más intensa, era una luz con una brillantez diferente a todo lo conocido. Pensó, no es una luz, Es El, un hombre de luz, quién le dijo ¡levántate!, se puso en pie y con total convicción pensó, estoy en la presencia del hijo de Dios. El Jesús al frente de él era poder, quién dejaba sentir un amor inmenso, amor incondicional, un amor mas allá de toda compresión humana, imposible de imaginar. No lo podía creer que con tantas imperfecciones, Él lo amara tal como era. En ese momento se le presentan casi simultáneamente todos los episodios de su vida en secuencia. Teniendo esta visión emerge la pregunta ¿Qué hiciste en tu vida?, no era información lo que le pedía, porque él ya la conocía, estaba relacionada con valores no con hechos.¿Qué has logrado con el precioso tiempo que te ha sido concedido? Buscaba entre sus acciones algo que fuera importante y no lograba encontrar, veía que entre sus acciones el Yo siempre estaba en primer lugar, inclusive alcanzó a observar su presunción al participar en los oficios religiosos, sus pensamientos eran reales como los hechos, siempre aparecía la pregunta, ¿Qué he hecho a favor de los demás?, pensó que era muy corta la edad para haber hecho cosas importantes, siempre pensó que moriría de viejo. Pero estaba al frente de una realidad que se puede tener en cualquier edad. Simultáneamente recibió la mirada de comprensión y alegría haciendo sentir seguro, mostrándome que existe el gozo y la alegría sin fin. Descubrió que quien juzgaba los hechos o los valoraba era él mismo, Jesús no lo condenaba. Sus preguntas estaban relacionadas con el amor. ¿Cuánto has amado durante tu vida? ¿Has amado a las personas como yo te he amado a ti?¿Totalmente? ¿Incondicionalmente?. Se sintió un poco indignado que ese examen final no pudiera presentar algo, del que a él no le habían enseñado. Sin embargo sintió un pensamiento de Él que decía: Yo te lo dije ¿Pero cuándo?, replicó Te lo dije con la vida que viví. Te lo dije con la muerte con que morí.

Reflexión

Nunca es tarde para cambiar, este mensaje está llegando a ti por alguna razón importante. Empieza ahora mismo, el pasado ya pasó, entregárselo a Jesús para que el interceda ante el Padre Celestial y tus pecados sean perdonados, no te preocupes por el futuro pues no existe, el único instante es el que está viviendo, vívelo a plenitud en el Amor.

Sugerencia

Divide tu vida en días, piensa que cada día que empieza es una nueva vida, que estás naciendo sin pecado, elabora en tu mente y en tu corazón un exámen de conciencia y pide perdón, por lo que no es de Dios y proponte a vivir ese día como si fuera el último,y da lo mejor de ti para que al acostarte puedas ofrecer a Dios con paz en tu corazón, el día vivido. Verás que un día se asemeja mucho a nuestras vidas, el amanecer tiene brillo de esperanza, mucha luz, aseamos nuestro cuerpo, inspiramos ilusiones, todo esto ocurre en un nacimiento, el día tiene sus afanes, tenemos preocupaciones por nuestras necesidades básicas, por nuestras comodidades y hasta por las cosas que no necesitamos, tenemos la oportunidad de mostrar el amor a Dios a través del nuestra relación con nuestros semejantes. Y al atardecer muere el día, se va oscureciendo, pero oscurece porque al otro día, resplandecerá. Cerramos nuestros ojos para descansar y dormir, dejamos descansar nuestro cuerpo y nuestra conciencia, sin embargo en la noche entramos en sueños que no podemos controlar, sentimos sueños hermosos o desagradables según sea nuestro nivel de conciencia y de entrega al Amor. Cuando le has cumplido a tu Padre Celestial, has dado a los demás lo mejor de ti y así puedes entregarte al descanso pleno.
Como reza la epístola moral a Fabio :¿Qué es nuestra vida más que un breve día, do apenas sale el sol, cuando se pierde en las tinieblas de la noche fría?

Dios te bendice

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Querido Carlos Alberto:

Muchas gracias por compartirme este espacio deiluminación espiritua. ¡me quito el sombrero! le doy gracias al Señor, por la maravillosa persona que eres y los dones que has puesto a producir como " servidor bueno y honrado".

Tienes razón, lo único por lo que se nos pedirá cuentas en la presencia de Dios sera el Amor, y creo que el secretito está en hacer cada cosa por pequeña que sea con el mas grande amor del que seamos capaces de sentir, por lo que somos, por lo que hacemos...

Bueno, Dios te bendiga y seguiremos unidos en la oración, que si, límpia y ante todo nos hace concientes de la presencia de Dios en nuestra vida, de su obra en nuestra historia como en la del pueblo de Israel.

Dios te bendiga:
ATT: Hna Johanna Romero h.s.j.e.

Anónimo dijo...

Estimado Carlos:
Me alegra mucho tu labor. Espero de muchos frutos. Te encomiendo para que Dios te siga acompañando
Felicidades
Luis F.

Anónimo dijo...

migo, gracias por compartir esas reflexiones maravillosas. Tu siempre pensando en alimentar el alma pero sobre todo en ayudar aunque sea con una palabra a todos los que te rodean.