23/7/08

Diálogo Ego y Espiritu

Esta es un reflexión basada en una parábola de Henry J.M. Nouwen, expuesta por Wayne Dyer en la introducción al libro "Tu yo sagrado".

Imaginate esta escena si eres tan amable:

Dos bebés se encuentran en el útero, confinados en las paredes del seno materno, y mantienen una conversación. Para entendernos, a estos gemelos les llamaremos Ego y Espíritu.

Espíritu le dice a Ego:
-Sé que esto va a resultarte difícil de aceptar, pero yo creo de verdad en que hay vida después del nacimiento.

Ego responde:
-No seas ridículo. Mira a tu alrededor. Esto es lo único que hay. ¿Por qué siempre tienes que estar pensando en que hay algo más aparte de esta realidad? Acepta tu destino en la vida. Olvídate de todas esas tonterías de vida después del nacimiento.

Espíritu calla durante un rato, pero su voz interior no le permite permanecer en silencio durante más tiempo.

-Ego, no te enfades, pero tengo algo más que decir. También creo que hay una madre.

-¡Una madre! -exclama Ego con una carcajada-. ¿Cómo puedes ser tan absurdo?. Nunca has visto una madre. ¿Por qué no puedes aceptar que esto es lo único que hay?. La idea de una madre es descabellada. Aquí no hay nadie más que tú y yo. Ésta es tu realidad. Ahora cógete a ese cordón. Vete a tu rincón y deja de ser tan tonto. Créeme, no hay ninguna madre.

Espíritu deja, con renuencia, la conversación, pero la inquietud puede con él al cabo de poco.

-Ego -implora-, por favor, escucha, no rechaces mi idea. De alguna forma, pienso que esas constantes presiones que sentimos los dos, esos movimientos que a veces nos hacen sentir tan incómodos, esa continua recolocación y ese estrechamiento del entorno que parece producirse a medida que crecemos, nos prepara para un lugar de luz deslumbrante, y lo experimentaremos muy pronto.

-Ahora sé que estás completamente loco -replica Ego-. Lo único que has conocido es la oscuridad. Nunca has visto luz. ¿Cómo puedes llegar a tener semejante idea?. Esos movimientos y presiones que sientes son tu realidad. Eres un ser individual e independiente. Éste es tu viaje. Oscuridad, presiones y una sensación de estrechamiento a tu alrededor constituyen la totalidad de la vida. Tendrás que luchar contra eso mientras vivas. Ahora, aférrate a tu cordón y, por favor, estate quieto.

Espíritu se relaja durante un rato, pero al fin no puede contenerse por más tiempo.

-Ego, tengo una sola cosa más que decir, y luego no volveré a molestarte.

-Adelante -responde Ego, impaciente-.

-Creo que todas estas presiones y toda esta incomodidad no sólo van a llevarlos a una nueva luz celestial, sino que cuando eso suceda vamos a encontrarnos con la madre cara a cara, y conocer un éxtasis que superará todo lo que hemos experimentado hasta ahora.

-Estás realmente loco. Ahora sí que estoy convencido.

Reflexión
La anterior parábola nos permite reflexionar principalmente sobre dos aspectos:
1. Queremos interpretar la realidad, solo con percepción de nuestros sentidos físicos; estamos acostumbrados a mirar hacia afuera y no hacia nuestro interior, en donde existe la sabiduría Divina. El gozo del espíritu no se parece a ninguna alegría que nos da el mundo físico.Filipenses (4-4) Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias.y la paz de Dios, que supera todo entendimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta.Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros.

Mateo 13 (13-17) "Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden.Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice:Por más que oigan, no comprenderán,por más que vean, no conocerán.Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido,tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos,para que sus ojos no vean,y sus oídos no oigan,y su corazón no comprenda,y no se conviertan,y yo no los cure. Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen.Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron".

2. Para muchas personas la vida en la tierra se asemeja a los pensamiento de Ego en el vientre,piensan que allí termina todo.

Sugerencia

Sientese en un lugar cómodo y silencioso, cierre los ojos, a continuación realice una oración de protección cubriondose con la sangre de Cristo, luego visualice una luz de color plata que inunde su cuerpo, y ese momento pida la presencia del Espiritu Santo. Dispongase a escuchar la voz de Dios, en la medida que realice con frecuencia este ejercicio, podrá escuchar mas y mejor.Escriba las ideas que reciba, no se preocupe si al principio no tiene mucho que escribir.
Cuando esté en una situación dificil, donde debas tomar decisiones que puedan afectarte o afectar a otras personas, preguntate ¿Que haría Jesús en mi lugar? y cuando te suceda algo negativo, que afecte tu vida preguntate ¿Que quiere Dios que aprenda.

Dios te bendice

11/7/08

JUZGAR O NO JUZGAR

Quiero empezar las reflexiones con un fragmento del libro La nueva tierra de Eckhart Tolle denominado la “LA VOZ DE LA MENTE”.

“En mi caso, ese primer destello de conciencia se manifestó siendo estudiante de primer año en la Universidad de Londres. Solía tomar el metro dos veces a la semana para ir a la biblioteca de la universidad, generalmente a eso de las nueve de la mañana, terminando la hora de la congestión. Una vez me senté al frente de una mujer de unos treinta años. La había visto otras veces en el mismo tren. Era imposible no fijarse en ella. Aunque el tren estaba lleno, nadie ocupaba los dos asientos al lado de ella, sin duda porque parecía demente. Se veía extremadamente tensa y hablaba sola sin parar, en tono fuerte y airado. Iba tan absorta en sus pensamientos que, al parecer, no se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Llevaba la cabeza inclinada hacia abajo y ligeramente hacia la izquierda, como si conversara con alguien que estuviera en el asiento vacío de al lado. Aunque no recuerdo el contenido exacto de su monólogo, era algo así: "Y entonces ella me dijo... y yo le contesté que era una mentirosa y cómo te atreves a acusarme... cuando eres tú quien siempre se ha aprovechado de mi... Confié en ti y tú traicionaste mi confianza...". Tenía el tono airado de alguien a quien se ha ofendido y que necesita defender su posición para no ser aniquilado.
Cuando el tren se aproximaba a la estación de Tottenham Court Road, se puso de pie y se dirigió a la puerta sin dejar de pronunciar el torrente incesante de palabras que salían de su boca. Como era también mi parada, me bajé del tren detrás de ella. Ya en la calle comenzó a caminar hacia Bedford Square, todavía inmersa en su diálogo imaginario, acusando y afirmando rabiosamente su posición. Lleno de curiosidad, la seguí mientras continuó en la misma dirección en la que yo debía ir. Aunque iba absorta en su diálogo imaginario, aparentemente sabía cuál era su destino. No tardamos en llegar a la estructura imponente de Senate House, un edificio de los años 30 en el cual se alojaban las oficinas administrativas y la biblioteca de la Universidad. Sentí un estremecimiento. ¿Era posible que nos dirigiéramos para el mismo sitio? Exactamente, era hacia allá que se dirigía. ¿Era profesora, estudiante, oficinista, bibliotecaria? Iba a unos veinte pasos de distancia de tal manera que cuando rebasé la puerta del edificio (el cual fue, irónicamente, la sede de la "Policía de la mente" en la versión cinematográfica de 1984, la novela de George Orwell), había desaparecido dentro de uno de los ascensores.
Me sentí desconcertado con lo que venía de presenciar. A mis 25 años sentía que era un estudiante maduro en proceso de convertirme en intelectual y estaba convencido de poder dilucidar todos los dilemas de la existencia humana a través del intelecto, es decir, a través del pensamiento. No me había dado cuenta de que pensar inconscientemente es el principal dilema de la existencia humana. Pensaba que los profesores eran sabios poseedores de todas las respuestas y que la Universidad era el templo del conocimiento. ¿Cómo podía una demente como ella formar parte de eso? Seguía pensando en ella cuando entré al cuarto de baño antes de dirigirme a la biblioteca. Mientras me lavaba las manos, pensé, "Espero no terminar como ella". El hombre que estaba a mi lado me miró por un instante y me sobresalté al darme cuenta de que no había pensado las palabras sino que las había pronunciado en voz alta. "Por Dios, ya estoy como ella", pensé. ¿Acaso no estaba tan activa mi mente como la de ella? Las diferencias entre los dos eran mínimas. La emoción predominante era la ira, mientras que en mi caso era principalmente la ansiedad. Ella pensaba en voz alta. Yo pensaba, principalmente, dentro de mi cabeza. Si ella estaba loca, entonces todos estábamos locos, incluido yo mismo. Las diferencias eran solamente cuestión de grado.”


Aquí tienes algunos ejemplos del Juzgar rapidamente


REFLEXIÓN ¿Qué podemos observar en este fragmento?

Lo primero que se observa es algo muy común entre nosotros, juzgar a los demás sin observarnos; como dice la Biblia en Lucas 6 (41-42) “¿Por qué miras la paja que tiene tu hermano en el ojo y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si no te das cuenta del tronco que tienes en tu ojo, ¿cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Hermano, déjame sacarte la paja que tienes en el ojo'? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu ojo y así podrás ver bien para sacar la paja del ojo de tu hermano."

Aparentemente el fragmento y la cita bíblica podrían interpretarse como la necesidad de eliminar el juicio de nuestras vidas, pero eso no es lo que nos indica la Biblia. En los distintos textos que evoca el tema hace un llamado al buen juicio.
En Juan (8:7) "El que de vosotros este sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella." Refiriéndose a la mujer adultera, estaba diciendo “solo aquel que esté libre de pecado puede hacerlo”. Jesús que era el único sin pecado la perdonó con amor y compasión.
Para no caer en el mal es necesario conocer el bien, aquí hay un juicio de valor, la invitación es a no juzgar sin tener el conocimiento suficiente y el discernimiento que el espíritu santo nos ofrece. Cuando los juicios se den, debe hacerse a la persona que uno le interesa ayudar, sin pretender mostrar superioridad, hacerlo con humildad, amor y sencillez. Hay que reflexionar cuando emitimos un juicio, tratando de identificar si en nosotros está presente la condición que se juzga, sucede que lo que criticamos está presente en nuestras vidas, pero el EGO no lo oculta, esto nos ayuda a nuestro desarrollo interior.
Lo que generalmente juzga uno son las apariencias físicas y los comportamientos o actuaciones; cuando entras en el camino espiritual vas perdiendo el interés por hacerlo. Los juicios obedecen a lo que los sentidos físicos puede identificar y la mente procesar, a través de los preconceptos adquiridos. Hay una cita que repito mucho en mis conversaciones; es mas fácil limpiar un vaso de agua sucia, poniendo diariamente gotas de agua limpia, que tratar de sacar el mugre a la fuerza.

SUGERENCIAS


Existe un ejercicio que nos lleva al evitar los juicios innecesarios , Cuando estés con alguien piensa en esa persona como un hermano en el espíritu, a quien solo te profesa respeto y cariño, despréndete de la apariencia física y obsérvalo en espíritu, como hijo de Dios.
Lo mas difícil son nuestros propios juicios que en muchos casos son muy duros y se acompañan con culpabilidad. No caigas en la culpa; sin embargo observa la causa de tu error y hazte el propósito de no volver a caer.